martes, 13 de julio de 2010

Metamorfosis

Cada día, cada amanecer, un nuevo sentimiento; quizás frió o calor, quizás alguna sensación extraña en el vientre, reconoce sus manos, ubica su boca, me mira escuchando, frunce su ceño, gira su cuello, muevo los pies.

Cada día algo nuevo descubre mi hija, y yo aprendo poco a poco a comunicarme con ella, empiezo a entender sus gestos, interpreto su mirar, trato de adivinar y registrar lo que me quiere trasmitir, lo que me pide, lo que me dice.

Juntos estamos en plena metamorfosis, ella conociendo este mundo, y yo acostumbrándome a un mundo donde ahora soy padre y tengo una hija a quien guiar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario